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El cine Francés de posguerra

FRANCIA OCUPADA

 

La ocupación alemana no supuso solo el control militar y político, sino también cultural e intelectual, invadiendo las salas con producciones de Alemania o de la Italia fascista. Crearon también la productora La Continental.

Los artistas franceses se refugiaron en la industria americana. Queda Marcel Carné, aunque la censura le llevará a centrarse en temas intemporales y asuntos románticos con obras como Les visiteurs du soir (1942) o Les enfants du Paradis dividida en dos partes.

Robert Bresson dirigiría Les dames du Bois de Boulogne, artista que había debutado con Les anges du péché.

Destacaremos también a Henri-Georges Clouzot con El asesino vive en el 21, ingenioso suspense sobre un asesino obicuo y escurridizo y Le corbeau.

En esta época debutan Jacques Becker y su gusto naturalista con Goupi Mains-Rouges. René Clément y su documental ferroviario Ceux du rail y La Bataille du rail, que hablan de la batalla de los ferroviarios franceses contra el invasor. La segunda logró el Gran Premio del festival de Cannes de 1945.

PRESTIGIO Y ACADEMICISMO FRANCÉS

Al igual que Italia tuvo su erupción neorrealista, en Francia se vivirá durante la posguerra la era del cinéma de qualité.

El tema de la Resistencia sólo inspiró al cine francés una obra de auténtica calidad: La Bataille du rail, de René Clément, que en 1945 aparece como uno de los nombres más prometedores del cine europeo. La guerra vuelve a asomar en su obra con Les maudits (1947) y sobre todo en el poema trágico Juegos prohibidos (1952), alegato contra los horrores de la guerra a través de los inocentes juegos de dos niños, que representó el punto más alto de la carrera de su autor. Sin embargo y a pesar del coro de alabanzas que levanta Juegos prohibidos, el clima francés no parece propicio al cine de polémica y denuncia, como se ha demostrado con el escándalo de Le Diable au corps (1947), el mejor film de Claude Autant-Lara, inspirado en la novela de Raymond Radiguet. Curiosa deformación óptica la que hace ver en el tierno despertar al amor de dos adolescentes, en el marco opresivo de la Primera Guerra Mundial, un film pornográfico y antipatriótico.

Los casos de Marcel Carné y de Jean Renoir resultan interesantes. Carné trata de conectar con su obra anterior mediante Las puertas de la noche (1946), que se sitúa en el París recién liberado, que resulta ser el París brumoso de sus antiguas películas. Pero el artificioso realismo canaille de los años treinta ha muerto, falto de toda vigencia, y la frescura y vigor de las primeras películas que llegan de Italia van a corroborarlo sin tardanza. Carné se ha situado fuera de la historia, fuera del tiempo, como Jean Renoir cuando reanuda su obra marchando nada menos que a la India para rodar El río (1950).

El Renoir del Frente Popular se ha desvanecido y con el espléndido Technicolor de su sobrino Claude Renoir se entrega a una meditación quietista y brahmánica sobre el fluir de las cosas. Film de insólita belleza que nos anuncia que el Renoir polémico de la anteguerra ha cerrado definitivamente una etapa de su carrera.

Durante la serenidad de su senectud reaparece el Renoir romántico y hedonista que se anunciaba en Un día de campo. Un Renoir sensual, pictórico y nostálgico, que rehúsa comprometerse con los problemas históricos de su tiempo y que va a Italia a rodar una discutida La Carrosse d’or (1952). De nuevo en Francia, aplicará su cultura sensorial y su desenfado en dos reconstrucciones del fin de siglo: French Can-Can (1954) y Elena y los hombres (1956). El silencio es oro (1947), inaugura su nueva etapa francesa, con la historia de un veterano y experto seductor que inicia en las artes de la conquista a un joven, quien al final le arrebata a la mujer de sus sueños. Su tono cambió al abordar una parábola sobre la amenaza atómica en La belleza del diablo (1950), que tuvo una fría acogida. Después de este film fantástico retorna a sus viejas fantasías oníricas con Mujeres soñadas (1952).

Mientras el cine de Clair entra en una etapa de decadencia aparece en Francia Jacques Tati, una nueva figura cómica que renueva el género retornando, valga la paradoja, a las fuentes del viejo cine cómico, a la pureza del gag visual, que no renuncia sin embargo a un rico arsenal humorístico que extrae del mundo de los ruidos. Tati se impone con dos películas que dirige e interpreta y que marcan una fecha en la historia de la comicidad cinematográfica: Día de fiesta (1949) y Las vacaciones de M. Hulot (1953). Su comicidad es elaborada e intelectual.

También son rabiosamente intelectuales los «films de tesis» que realiza André Cayatte, al tomar la pantalla como tribuna para plantear al público un caso de eutanasia y los condicionamientos y motivaciones de los miembros del jurado que deben pronunciar su veredicto sobre él en Justicia cumplida (1950).: No matarás (1952), una requisitoria contra la pena de muerte, tiene un claro antecedente en la película americana They Gave Him a Gun (1938), de Van Dyke.

Entre los jóvenes cineastas, H. G. Clouzot y Jacques Becker se imponen como los valores más firmes. La fascinación de la sordidez y del suspense son las bazas que juega Clouzot al rodar En legítima defensa (1947), con su teatrucho de variedades, la mujer fotógrafo y el viejo libidinoso que retratan a jovencitas en «poses artísticas»… Su Manon (1948), libre adaptación de Prévost, causó un regular escándalo por su crueldad y las anotaciones necrofílicas de su desenlace. Clouzot es un hombre que gusta hurgar en las llagas más purulentas. La obra de Clouzot conoció vasta aceptación popular y su nombre mereció la consideración de rival de Alfred Hitchcock, que disfrutaba hasta entonces de un modo indiscutible el cetro de «rey de suspense». Su popularidad comenzó a decrecer con Los espías (1957), original visión poskafkiana de un absurdo mundo de intriga producto de la Guerra Fría. La muerte prematura de Jacques Becker, después de realizar La evasión (1959), ha privado a Francia de un gran artista, que pudo haber sido el sucesor del Jean Renoir de anteguerra. Junto a él, la obra austera de Robert Bresson —autor de Un condenado a muerte se ha escapado y de Pickpocket— se situó como la aportación estética más personal y original del cine francés.

 

A la producción francesa pertenece también la última parte de la obra de Max Ophüls, que pasa sus años finales en París, dando cima a la elegancia y barroquismo de la decapitada escuela romántica vienesa, con evocaciones nostálgicas y travellings afiligranados, en La Ronde (1950), Le Plaisir (1951), Madame de… (1953) y Lola Montes (1953).

Desde el éxito de La kermesse heroica, la industria del cine francés detenta un bien ganado prestigio por la veracidad de sus cuidadísimas reconstrucciones ambientales.

El documental, que es un género serio y que ha nacido en Francia al mismo tiempo que el cine, se cultiva con resultados satisfactorios. Con material de archivo Nicole Védrès compone su excelente crónica sobre Paris 1900 (1947), que llegará a convertirse en una gran figura mundial. El documental de arte comienza a florecer en Francia, con títulos tan valiosos como Les Charmes de l’existence (1950) de Pierre Kast y Jean Grémillon, pero Resnais le da un acento polémico y comprometido en Guernica (1949); y sobre todo en Les estatues meurent aussi (1954), que será prohibido por la censura porque, al mismo tiempo que es un documental de arte, se trata de una acusación contra la barbarie blanca que ha decapitado las culturas africanas. Esta línea polémica es la que le conduce a realizar el estremecedor Nuit et Brouillard (1955), pavoroso viaje a los campos nazis de exterminio de judíos, convirtiéndose en un aldabonazo a las conciencias de los desmemoriados políticos.

Esta vitalidad que exhala el campo del cortometraje preludia el próximo renacimiento del cine francés, en manos de los jóvenes. Los mejores nombres del cine corto (Alain Resnais, Georges Franju, Chris Marker, Pierre Kast, Agnès Varda) se agrupan en 1953 en el llamado «Grupo de los Treinta», que es en cierto modo el embrión de lo más vivo del futuro cine francés.

EL REALISMO POÉTICO Y EL CINE FRANCÉS DE POSGUERRA

 

La Paramount inicia un experimento con el directivo Robert T.Kane para las versiones sonoras en Francia, sin embargo no se lograron resultados satisfactorios y pronto se pasó al doblaje. La producción autóctona se recuperó al principio, pero las dos principales empresas, Gaumont y Pathé Natan, tuvieron una serie de problemas que les provocó el cierre.

En los años 1934-1935 se cultiva un cine conservador que explota el antisemitismo y el antiparlamentarismo. La amplia cultura cinematográfica de los veinte sufre cierta regresión con la convulsión del sonoro, debido a las resistencias de algunos directores. Debido a la crisis económica se instauran en París directores como Robert Siodmak, Max Ophuls, Anatole Litvak, Alexander Korda, Paul Fejos, Augusto Genina, Carmine Gallone o Billy Wilder, además de los españoles erojo y Florián Rey.

Uno de los cineastas más caucásicos es René Clair, conocido por el optimismo, su humor sentimental y la creación de un mundo de fantasía. Sus películas poseen un notable sentido del ritmo y del movimiento con películas como "Entreacto (Entr`act, 1924)", "Bajo los techos de París (Sous les toits de Paris,1931)", "El millón (Le million, 1931)", "Viva la libertad (A nous la liberté, 1931), "Catorce de julio (Quatorze juillet, 1932) o "El último millonario (Le dernier milliardaire, 1934)". Pero su cine obtiene un punto de vista más intelectual con la Segunda Guerra Mundial, donde se exilia en Estados Unidos y graba películas como "Me casé con una bruja (I Married with a Witch, 1942)", "Sucedió mañana (It happened Tomorrow, 1943), "La belleza del diablo (La beauté du diable, 1949)", "Mujeres soñadas (Les belles de nuit, 1952)", "Las maniobras del amor (Les grandes mamoeuvres, 1955)", "Puerta de las lilas (Porte des Lilas, 1957)" y su última película "Fiestas galantes(Les fêtes galantes, 1965)". Se convirtió en el primer cineasta en ser miembro de la Academia Francesa.

Otro gran cineasta de origen belga que inició una frustrada carrera militar antes de convertirse en un cineasta cómico fue Jacques Feyder (1885-1948). Su primer gran éxito es "La Atlántida (L^Atlantide, 1921)", luego le siguen películas como "Carmen (1926)" interpretada por la actriz española Raquel Meller, "Thérèse Raquin (1928)", "El beso (The kiss, 1929)" dirigida en Hollywood. Tras su regreso a Francia, hace películas como "El signo de la muerte (Le grand jeu, 1934)" o "La kermesse heroica (La kermesse heroïque, 1935) donde predomina el realismo poético.

Tras el éxito de sus primeras obras de teatro, Marce Pagnol (1895-1974), abandona la enseñanza y surge su interés en el mundo del cine con la llegada del sonoro. Su mayor aportación es la visión popular y realista que hace de la sociedad francesa donde destacan: "Angèle (1934), "César (1936)", "Regain (1937)", "El pan y el perdón (La femme du boulanger, 1938)", "Naïs (1945)" y "Manon des Sources (1952)". Se considera el precursor del neorrealismo italiano.

De origen catalán, el padre de Jean Vigo (1905-1934) fue un anarquista que apareció ahorcado en la cárcel. Pasó su infancia por distintos internados considerado como "hijo de traidor". De adulto se reconcilia con su madre y trata de rehabilitar la memoria de su padre. Tiene una corta y poco exitosa carrera de solo un largometraje y tres cortos, pero su importancia en el cine ha sido reinvidicada con insistencia en los últimos años. Es un cineasta surrealista que plantea la unión de la realidad y los sueños. Se inicia con la película vanguardista en 1928 "À propos de Nice". Más tarde, en 1933, sacará a la luz una película donde cuenta una revolución escolar "Zéro de conduite". Boris Kaufman le ayuda a producir su última película en 1934 "L`Atalante" debido a su enfermedad.

En 1936 surge el realismo poético y consiste en un conjunto de películas pertenecientes a diversos géneros que propone una mirada tanto nostálgica como amarga o crítica. No tiene mucha repercusión en el cine francés coetáneo. Los antecedentes del realismo poético están en la mirada documental de la vida cotidiana que había en películas de la década anterior y en Coeur de lilas (1931), dirigida por el inmigrante ruso Anatole Litvak.

Marcel Carné, ayudante de Feyder, ejerce la crítica y se inicia en la realización con Nogent, "El dorado du dimanche (1929)", también contó con participaciones en películas como "Bajo los techos de París" o el largometraje "Jenny(1936)". En 1938 nace su obra más polémica "Quai des brumes", acusada por Renoir y los comunistas. Con la ayuda de Jacques Prévert crean la obra más significativa del realismo poético "Le jour se lève". Acabada la guerra, conitúa rodando, aunque más espaciadamente, hasta los años sesenta, pero sus películas pierden interés, salvo "Teresa Raquin (Thérèse Raquin, 1953)" y "El aire de París (L`air de Paris, 1954)". El realismo poético de Carné se plasma en un cine de la calle, de talante documental, matizado por la poesía de lo cotidiano, un cine apegado a una realidad.

De formación teatral, Julien Duvivier (1896-1967) se inicia en 1919 rodando adaptaciones literarias para la SCAGL. Practica los géneros más diversos, sabiendo sacar partido de su habilidad técnica y de su capacidad para sintonizar con la evolución de los gustos y las mentalidades. Entre sus películas destacan "Los cinco caballeros malditos (Les cinq gentlemen maudits, 1931)", "Allo Berlin, Ici Paris, 1931), "Pépé-le-moko, 1937); o comedias cargadas de ironía, "Don Camilo (1952)" y "Le retour de Don Camilo (1953)".

Empezando como músico y acabando dirigiendo películas está Jean Grémillon(1901-1959). Su cine se caracteriza por mostrar los elementos documentales de la ficción, mitigar los rasgos melodramáticos, diseñar personajes muy enraizados en su medio social y mostrar la dimensión trágica de la vida cotidiana. Empieza con el sonoro "La petite Lise (1930)" el cual no tiene mucho éxito y trabaja con René Clair en dos proyectos:"Gueule d`amour (1937)" y "L`étrange Monsieur Victor (1938)". Previamente viaja a España y realiza el melodrama barroco "La dolorosa (1934)" y "Centinela, alerta! (1935)". Tras la guerra empieza un ámbito más feminista con películas como "L`amour d`une femme (1954)" y "André Masson et les quatre eléments (1959)".

Otro gran productor de cine, heredando la vista artística de su padre, es Jean Renoir(1894-1979). En un principio se caracteriza por su cine talante vanguardista; vitalista y anarcoide, pero con la entrada del sonoro iba a coger un realismo que muestra una singularidad y maestría admirable. Tiene varios grandes títulos bajo sus manos como "La golfa (La Chienne, 1931)", "La nuit du carrefour (1932)", "Toni (1934)", "Le crime de Monsieur Lange (1935)", "Una partida de campo (Une partie de campagne, 1936)", "Los bajos fondos (Les bas-fonds, 1937)", "La gran ilusión (La grande ilusión, 1937) o "La Marsellaise, 1938). Su cine cambia con su exilio a Estados Unidos, pero resulta menos interesante, aún así destacan: "This land is mine (1943)" y "El hombre del Sur (The Southerner, 1945)". Abandona el cine en el 59 y escribe sus memorias, una biografía de su padre y tres novelas.

El movimiento del Ciné-Liberté se organiza como cooperativa tras el triunfo frentepopulista de 1936 con el propósito de producir y distribuir películas de educación popular. Exhibió las producciones de apoyo a la República española "Tierra de España (Joris Ivens, 1937) y "The Hearth of Spain (Paul Strand y Leo Hurwitz, 1937)". Una de las películas más significativas del frentepopulista es "Le crime de Monsieur Lange (1935)" de Jea Renoir.

En 1940, durante la ocupación alemana, el país se divide en dos y el sector libre queda a manos del régimen de Vichy. La censura es mayor y se institucionaliza el antisemitismo. Se producen 220 largometrajes y existe un cisma entre los directores por el régimen autoritario.

El cine de Vichy es un cine escapista, donde la realidad de los uniformes en las calles o mismo el exilio no existe. Abundan comedias costumbristas y dramas mundanos y rurales sin demasiado interés.

El cine dela IV República se caracteriza por películas de la Nouvelle Vague. Apenas se hacen películas sobre la Resistencia y el tono general es de un cine centrista y conformista. Destacan las cuatro películas de Yves Allégret. El cine de qualité está formado por películas que narran historias ubicadas en tiempo pasado y por biografías de ilustres. Los cineastas más significativos además de Grémillon, Guitry, Pagnol, René Clair, Duvivier y Renoir, son:

Claude Autant-Lara (1901-2000), empezó como decorador de L`Herbier y se incorporó al círculo de este. Descubrbió el objetivo anamórfico que dará lugar al cinemascope con "Construire un feu (1926)". Sus películas más destacadas son "Le mariage de Chiffon (1942)", "Letres d`amour (1942)" y "Douce (1943)". Después de la Guerra rueda compulsivamente una serie de obras de tipo contestatario, críticas con el pratiotismo y el clericalismo como "Le diable au corps (1947), La travesía de París (1956)" y "En caso de desgracia (1958).

Jacques Becker (1906-1960) crece en los ambientes de la burguesía intelectual donde conoce a Renoir. Colabora con el cine frentepopulista y dirige su primera película en 1942 "Dernier atout". Más tarde hace "Goupi mans rouges (1943)" y "Falbalas (1944)". Tras la posguerra solo destacan un par de obras más como "París, bajo fondos (1952), "La evasión (Le trou, 1960)" y "Touchez pas au grisbi (1954).

Henri-Georges clouzot (1907-1977) empezó como guionista y ayudante de realización en París y Berlín y va a ser durante la ocupación cuando dirija sus primeras obras "El asesino vive en el 21 (L`assassin habite au 21, 1942)" y "Le cobeau (1943)". Más tarde va a empezar a dirigir con un punto de vista social y político como "En legítima defensa (Quai des orfèvres, 1947)", "Manon (1948)", "La verdad (La verité, 1960)", "El salario del miedo (Le salaire de la peur, 1953)", "Las diabólicas (Les diaboliques, 1955)", también es autor del documental tan conocido "Mystère Picasso (1956)".

Otro gran director, sin que se le pueda ubicar en ninguna escuela, es Robert Bresson (1901-1999). En su libro "Notas sobre el cinematógrafo" expone su distinción entre el cine como teatro filmado y el cine como arte.

Es un jansenista que cree que solo la gracia puede salvar al hombre del error. Su primer largometraje es "Les anges du péché (1943)" al que le siguen "Les dames du Bois de Boulogne (1945)" y "Diario de un cura de campaña (Journal d`un curé de campagne, 1951)". Sus últimas obras de gran madurez y desnudez son "Un condamemé a mort s`est èchappé (1956)", "Pickpocket (1959)", "Le procés de Jeanne d`Arc (1962)", "Au hasard Balthazar (1966)", "Le diable probablement (1977)" y "L`argent (1983)".

Jean Cocteau (1889-1963) poeta y dramaturgo sale a la luz con "Le sang d`un poète" en 1930. Más tarde adapta sus obras de teatro al cine "La bella y la bestia (1946)", "Les parents terribles (1949)", "Orfeo (1950)" y "Le testament d`Orphée (1959)". Su cine ha sido caracterizado como realismo mágico.

Por otra parte, Jacques Tati (1908-1982), formado en el deporte, crea el personaje Hulot. Es un cómico a la vieja usanza que ha realizado una crítica de la mecanización y la vida moderna. Sus obras más significativas son "Día de fiesta (Jour de fète, 1949)", "Las vacaciones de M.Hulot (Les vacances de M.Hulot, 1953)", "Mi tío (Mon oncle, 1958)", "Playtime (1967)" y "Trafic (1970)"

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