La protoindustria: espectáculo masas
A pesar de que a nivel mundial se reconoce como la primera sesión de espectáculo cinematográfico a la exhibición de los hermanos Lumière (el 28 de diciembre de 1895 en el Bulevar de los Capuchinos de París), es cierto que la paternidad del cine ha sido discutida atendiendo a los lugares en los que se estaban exhibiendo sistemas de representación de imágenes similares. Así, destacamos también:
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La exhibición en Berlín del bioscopio por los hermanos Skladanowsky
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La labor e investigación de Edison por ser el primero en proyectar imágenes en movimiento con el kinetoscopio.
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La presentación en Madrid el 14 de mayo de 1896 del animatógrafo patentado por Robert William Paul. Las noticias registradas tras este evento confirmaban que la calidad de reproducción del animatógrafo era peor que la del Cinematógrafo.
Aunque el Cinematógrafo no se presentó públicamente hasta finales de 1895, durante los meses previos los hermanos Lumière ofrecían proyecciones de carácter privado para científicos e investigadores, especialmente relacionados con el mundo de la fotografía. Desde la exhibición oficial, las reacciones del público fueron positivas y, en poco tiempo, los espectadores comenzaron a demandar más exhibiciones por día llegando a las 20 proyecciones con alrededor de 2.000 espectadores diarios. Este éxito hizo que los Lumière comenzaran a vender concesiones para comercializar sus aparatos por distintos lugares y cada concesionario disponía de un operador impuesto por la empresa que proyectaba las películas. De esta forma se evitaba que a la persona a la que se le daba la concesión no pudiera quedarse con el aparato para desmontarlo y estudiarlo con el objetivo de crear artilugios similares.
A raíz del éxito causado entre el público, no es difícil de entender que el nuevo artilugio se convirtiese en un espectáculo de masas en poco tiempo.